El pasado 15 de octubre saltaba la noticia en la mayoría de medios de comunicación: «Europa prohíbe el uso de microplásticos en los campos de fútbol de césped artificial«. Ni que decir tiene que el anuncio despertó la inquietud en la mayoría de usuarios, deportistas y ciudadanos ante la limitación de este material. No obstante, hay que coger la noticia con pinzas ya que no es así exactamente. A continuación, vamos a analizar la nueva norma de microplásticos de Europa y cómo afecta a las superficies deportivas.
La Comisión Europea ha aprobado un nuevo reglamento que limita la fabricación y comercialización de productos que desprendan partículas contaminantes para el aire, incluyendo los microplásticos añadidos intencionadamente a los productos.
La nueva norma de microplásticos europea limita todavía más su uso
Bruselas considera que el material usado como relleno en los terrenos de fútbol que usan césped artificial se fabrican con un polímero elástico altamente contaminante al facilitar la propagación de microplásticos en el aire.
Entre los productos señalados, se encuentra la restricción del relleno granular utilizado en superficies deportivas sintéticas, que según la Comisión Europea es “la mayor fuente de microplásticos intencionales en el medio ambiente.
Es importante destacar que la nueva norma no prohíbe los campos de fútbol de césped artificial, como se ha difundido en algunos medios y redes sociales.
Lo que se prohíbe es la comercialización futura de varios microplásticos, entre ellos el relleno granular utilizado en superficies deportivas sintéticas, y se da un plazo de ocho años para su prohibición y obligación de sustituir por otros modelos no contaminantes.
Otro material que se limita es el sustrato de caucho, un polímero elástico que se suele utilizar para amortiguar el bote del balón en las superficies duras. La restricción abarca todas las partículas de polímeros sintéticos inferiores a cinco milímetros que son orgánicas, insolubles y resistentes a la degradación
La Comisión Europea ha calificado como “un gran paso en la lucha contra la contaminación por microplásticos” la adopción de medidas que restringen los microplásticos añadidos intencionadamente a los productos.
Y es que se calcula que cada año se liberan al medio ambiente alrededor de medio millón de toneladas de estos materiales. Esta medida se enmarca en los esfuerzos de la Comisión Europea para reducir la contaminación por microplásticos en un 30% para 2030.
Guerra de Europa contra estos materiales
La guerra de las autoridades europeas a los microplásticos tóxicos pone en el horizonte la sustitución de los terrenos de juego de hierba natural por césped artificial, que se ha convertido en una alternativa cada vez más popular en los últimos años.
La nueva norma europea dice que el “relleno granular de uso en superficies deportivas sintéticas” no podrá “comercializarse”, es decir, venderse, a partir del 17 de octubre de 2031. Esto significa que en realidad no prohíbe la existencia de hierba deportiva artificial ni que se sigan utilizando los rellenos de caucho ya existentes.
El problema de adaptarse a esta nueva normativa ocurre en aquellos municipios y sitios donde se han proyectado realizar campos de fútbol de césped artificial que ahora deberán ser adaptados a la nueva normativa.
Por ejemplo, en Salamanca se han gastado 3,5 millones de euros en hacer diversos campos de fútbol que a partir de ahora no podrán llevar la «bolita negra» que no es otra cosa que un plástico muy pequeño.
El peligro de los micro-plásticos y cómo afectan al medio ambiente
Los microplásticos son pequeñas partículas de plástico que miden menos de cinco milímetros y que contaminan el medio ambiente.
Estas partículas provienen de diferentes fuentes. Entre ellas tenemos:
- Cosméticos.
- Ropa.
- Pesca.
- Industria, plantas de tratamiento de aguas residuales.
- Neumáticos de automóviles y camiones.
- Desechos plásticos que utilizamos en nuestro día a día, como bolsas de plástico, vasos y botellas.
El problema es que acaban en todas partes, no sólo en el mar, también en bosques, glaciares y todo tipo de superficies.
Estas partículas afectan al medio ambiente negativamente, desde la contaminación de los mares y océanos, pasando por la disminución de especies que viven debajo de la superficie, o alterando la aptitud física de la lombriz y el estado del suelo, y lo peor es su contaminación del agua y el aire.
Además, pueden ser ingeridos por los seres humanos a través de la cadena alimentaria, lo que puede tener efectos negativos en la salud. Por lo tanto, es importante tomar medidas para reducir la producción y el uso de plásticos y para gestionar adecuadamente los residuos plásticos.
Varios informes constatan que están presentes en nuestro organismo y en un recuento echo en 2021 científicos japoneses de la Universidad de Kyushu estimaron la presencia de 24,4 billones de microplásticos en la parte superior de los océanos del mundo.
Tipos de microplásticos: ¿Cuántos hay?
Esta cifra equivale a unos 30.000 millones de botellas de agua de medio litro. Por este motivo, en 2021, la Comisión Europea aprobó una directiva para la retirada del mercado de los productos de plástico de usar y tirar.
En dicha ley la UE dio a sus Estados miembros un plazo de dos años para su transposición al ordenamiento jurídico nacional. Este material se subdivide en dos tipos: primarios y secundarios. Los primarios se fabrican para ser usados en productos, mientras que los secundarios se derivan del deterioro de desechos plásticos más grandes.
La nueva norma de microplásticos y cómo se puede reducir su uso
Al margen de las medidas que conlleva aplicar la nueva norma de microplásticos existen formas de evitar estos materiales. Entre ellas, tenemos las siguientes:
- Reducir su uso: Una de las formas más efectivas de reducir estos materiales es limitar el de plásticos en general. Esto se puede lograr mediante la utilización de alternativas sostenibles, como bolsas de tela, botellas de vidrio, pajitas de metal, entre otros.
- Reciclar adecuadamente: No hay método más económico, práctico y eficiente con la sostenibilidad que reciclar. Si tienes dudas de cómo hacerlo correctamente, te dejamos una guía de reciclaje donde te explicamos todo al respecto. Ten en cuenta que es importante reciclar adecuadamente los plásticos para evitar que terminen en vertederos y en el medio ambiente, donde se descomponen en micro-partículas que contaminan las aguas y el aire.
- Evitar productos que lleven este material: Es importante evitar productos que contengan estas minúsculas partículas. Piensa que muchos de ellos son de uso cotidiano como cosméticos, productos de limpieza y ropa sintética. En su lugar, hay otras opciones más naturales y sostenibles. Elimina todos los residuos siguiendo el principio de «No dejar rastro: Empaqueta lo que traigas».
- Utiliza sistemas de filtración de agua: Los sistemas de filtración de agua pueden limitar la liberación de micro-plásticos al medio ambiente, minimizando su impacto en las fuentes de agua.
- Apoya la investigación y el desarrollo de soluciones: Es importante fomentar el I+D en organizaciones que practiquen la búsqueda de alternativas sostenibles y la mejora de los sistemas de gestión de residuos.
- Apuesta y compra a fabricantes y empresas responsables: no todas las compañías están comprometidas con el medio ambiente. Investiga aquellas que inviertan en procesos para reducir su huella de carbono o que vendan artículos desechables. Ni que decir tiene que en Wear and Tear somos unos apasionados de la sostenibilidad y la protección por el medio ambiente. Por algo, llevamos más 25 años de experiencia fabricando artículos desechables y es que nos apasiona esta temática.
Y con estos consejos nos despedimos de este artículo sobre la nueva norma de microplásticos, no sin antes, animaros a visitar nuestro blog donde publicamos todo tipo de noticias relacionadas con la sostenibilidad y la contaminación.