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Guía para gestionar productos desechables: todo lo que debes saber

¿Alguna vez te has preguntado cómo los grandes negocios y empresas logran mantener un suministro constante de productos desechables sin que el proceso sea algo difícil desde el punto de vista logístico y financiero? Gestionar los productos desechables no tiene por qué ser un dolor de cabeza ni algo complicado.

Para ayudarte con la implementación de este tipo de artículos hemos preparado una guía con todo lo que necesitas saber al respecto.

Gestionar productos desechables: ¿Qué se considera como tal?

Para comenzar a gestionar este tipo de productos, primero debemos entender qué son productos desechables.

Estos son todo tipo de artículos diseñados para ser utilizados en un corto plazo de tiempo, priorizando la comodidad y el bajo costo sobre la durabilidad. Un claro ejemplo son los plásticos de un solo uso.

Estos artículos están concebidos para un solo uso o para ser desechados después de un período breve, sacrificando una mayor vida útil por conveniencia.

Entre los productos desechables más contaminantes se encuentran aquellos hechos de plásticos no biodegradables, como vasos, cubiertos, bolsas y envoltorios. Ten en cuenta que no todos los plásticos ni PET son iguales, y que algunos contaminan y otros no.

¿Cuáles son los plásticos que no contaminan?

  1. PLA o ácido poliláctico: envases de alimentos, vajillas desechables, implantes médicos biodegradables, fibras para textiles y prendas deportivas.
  2. PHA o polihidroxialcanoatos: artículos de vajilla desechables, películas agrícolas, bolsas de basura y de compras, suturas quirúrgicas.
  3. PCL o policaprolactona: películas delgadas de recubrimiento, tintas a base de agua, implantes médicos temporarios y material médico y sanitario. 
  4. PBS Succinato de polibutileno: envases de alimentos, juguetes, parachoques de coches.
  5. PBAT o polibutileno de teraftalato adipato: desde films flexibles, hasta envases de alimentos pasando por bolsas de plástico.
  6. TPS o almidón termoplástico: vajillas desechables, envases de alimentos.
  7. Bioplásticos de celulosa: fibras textiles, cuerdas y tejidos para prendas de vestir. En especial, usadas en la moda sostenible, otro ejemplo son productos como nuestras sábanas y toallas desechables biodegradables 100% de origen botánico disponibles en nuestra sección de Sail and Clean o navegación sostenible.
  8. Bioplásticos de almidón: envases de alimentos, elementos decorativos, cepillos de dientes.

¿Y los que no son biodegradables?

  • PET o tereftalato de dolietileno.
  • PVC o policloruro de vinilo.
  • HDPE o polietileno de alta densidad.
  • LDPE o polietileno de baja densidad.
  • PP o polipropileno.
  • PS o poliestireno.
  • Policarbonato  o PC.
  • Poliuretano o PU.

Estos materiales pueden tardar cientos de años en descomponerse, acumulándose en vertederos y ecosistemas naturales.

Además, muchos de estos productos terminan en océanos y ríos, afectando gravemente a la fauna marina. Son los conocidos como microplásticos. La falta de sistemas de reciclaje adecuados y el consumo masivo de plásticos de un solo uso agravan este problema, convirtiéndolo en un desafío global para la sostenibilidad.

Ahora que hemos hablado de los productos que contaminan y cuáles no lo hacen toca seguir con cómo distinguir los verdaderos productos ecológicos de aquellos que no lo son.  Y es que una cosa es no contaminar y otra ser respetuoso con el medio ambiente.

¿Qué es un producto sostenible y cuál no lo es?

Por este motivo, debemos distinguir entre productos eco-friendly y greenwashing. Imagina que estás en el supermercado, sosteniendo dos productos similares. Uno dice «biodegradable» y el otro «sostenible». ¿Son lo mismo? ¿Cuál es la mejor opción para el planeta?

  • Productos sostenibles

Fabricados respetando el medioambiente, utilizando materiales renovables y procesos no contaminantes. Algunos ejemplos incluyen bolsas de tela reutilizables, papel higiénico de bambú y muebles hechos con madera certificada FSC.

  • Artículos que sí contaminan

Generan residuos tóxicos o no biodegradables, contribuyendo a la contaminación ambiental. Entre estos se encuentran las bolsas de plástico de un solo uso, electrodomésticos energéticamente ineficientes y toallitas húmedas no biodegradables.

  • Productos eco-friendly o respetuosos con el medio ambiente

Diseñados para minimizar su impacto ambiental, utilizando materiales reciclados o biodegradables. Ejemplos de estos productos son los cepillos de dientes de bambú, pajitas reutilizables de metal o vidrio y platos hechos con hojas naturales.

  • Productos desechables

Artículos de un solo uso que suelen generar grandes cantidades de residuos. Algunos pueden ser reciclables o biodegradables.

Esta categoría incluye cubiertos de plástico (contaminantes), vasos desechables PLA (biodegradables) y servilletas de papel reciclado. Gracias a este listado podrás identificar sin problemas qué productos son más responsables con el medioambiente y cuáles deberías evitar para reducir tu huella ecológica.

Una vez has entendido lo anterior, toca hablar de la gestión de cómo hacer una gestión de productos desechables.

Reducir, reutilizar, compostar: el trío de la sostenibilidad

La gestión sostenible de los desechables se basa en tres pilares fundamentales:

  • Reducir: la medida más efectiva es evitar el consumo de desechables innecesarios. Optar por alternativas reutilizables, como botellas de agua, bolsas de tela o recipientes de alimentos, reduce drásticamente la cantidad de residuos generados.
  • Reutilizar: muchos desechables pueden tener una segunda vida útil. Frascos de vidrio, latas o envases de plástico pueden ser lavados y utilizados para almacenar alimentos, organizar objetos o incluso como macetas.
  • Compostar: los desechables biodegradables, hechos de materiales orgánicos como el bambú, el bagazo de caña de azúcar o el papel compostable, pueden ser descompuestos en compost, un abono natural para plantas y jardines.

Claves para una gestión sostenible de productos desechables

La gestión responsable de productos desechables comienza con una evaluación consciente de nuestro consumo. Antes de adquirir cualquier producto de un solo uso, es fundamental preguntarnos si realmente lo necesitamos y explorar alternativas más sostenibles.

En este proceso, debemos priorizar productos que cuenten con certificaciones ecológicas y estén fabricados con materiales biodegradables.

Por ejemplo, en Wear and Tear llevamos más de 25 años dedicados a la fabricación de productos desechables contamos con certificaciones y sellos sostenibles como ISO 9001, FSC, OEKO TEX, y OK Biodegrable Water de TUV Austria, entre otras.

Además, debemos prestar atención a los siguientes aspectos:

Analiza el embalaje

El packaging o empaquetado de un objeto o producto dice mucho sobre el compromiso ambiental de una marca.

Los productos verdaderamente ecológicos tienden a minimizar el embalaje o utilizar materiales reciclados y reciclables.

Evita productos con exceso de plástico o embalajes no reciclables.

Transparencia de la marca

Las empresas comprometidas con la sostenibilidad suelen ser transparentes sobre sus prácticas. Busca información detallada sobre:

  • Origen de los materiales.
  • Procesos de producción.
  • Políticas laborales y éticas.
  • Huella de carbono.

La implementación de sistemas de clasificación eficientes es otro pilar fundamental.

Si eres empresa, esto implica establecer un sistema organizado con contenedores específicos para cada tipo de material, acompañado de un etiquetado claro y programas de formación que aseguren una correcta segregación de residuos.

En este sentido, la reducción y optimización en el uso de productos desechables debe ser una prioridad. Esto se logra minimizando el uso innecesario, optando por presentaciones más grandes cuando sea posible y estableciendo sistemas de dosificación adecuados.

En paralelo a lo anterior, debes conocer los procesos de reciclaje disponibles en tu área y las instalaciones de gestión de residuos cercanas.

Piensa que los beneficios de implementar una gestión responsable son múltiples: desde la reducción de costos operativos hasta la mejora de la imagen corporativa, pasando por el cumplimiento de regulaciones ambientales y la contribución a la economía circular.

Recuerda, cada elección de compra es un voto por el tipo de mundo en el que quieres vivir. ¿Qué mundo deseas dejar a las próximas generaciones?

Si os interesan estos temas os invitamos a echar un vistazo a nuestro blog. Y en caso de que queráis ampliar más información sobre nuestros productos podéis consultar nuestra tienda online.

Fuentes: 

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